La Biblia cita ejemplos de personas que, a pesar de estar en un medio cristiano, conocer la Verdad y estar en la obra de Dios, no nacieron de Él.
En la actualidad no es distinto, porque muchos consideran más su posición que la salvación. En vez de pedir ayuda, prefieren esconderse detrás de una aparente santidad, caminando a pasos agigantados al abismo.
El obispo Sergio Correa, destaca que el espíritu engañador es el más nocivo de los demonios y también el más perverso, porque se hace pasar por el Espíritu Santo. Él también hace referencia a Jacob, Pedro y Judas, como claros ejemplos de personas que tenían dentro de sí un espíritu engañador.
Todo el patrimonio que logró Jacob, fue sobre una mentira, ya que le robó la bendición a su hermano y por eso vivía atormentado. Así sucede con los que afirman que tienen el Espíritu Santo cuando no lo tienen. En el caso de Pedro y Judas, vivían con Jesús, pero no habían nacido de nuevo, como señala el Obispo: “Pedro vio a Jesús realizar muchos milagros y él fue el único hombre que anduvo sobre el agua. Judas, por su lado, tenía en sus manos una gran responsabilidad: la ofrenda de la Iglesia. En efecto, ambos estaban en la obra de Dios, pero ninguno estaba convertido, ni había nacido de Dios.
Evalúe si este es su caso y sepa que no engaña a nadie porque Dios no puede ser engañado. Sea sincero con su situación y recuerde: “Porque el desvío de los ignorantes los matará, Y la prosperidad de los necios los echará a perder.”, (Proverbios 1:32).