Hay personas que están seguras de que están bajo una maldición. Hay casos, por ejemplo, en que todos los años sucede algún acontecimiento fuera de lo normal. Es por ello que en el mes de marzo se llevará a cabo “La mayor quiebra de las Maldiciones”.
Usted necesita saber:
En la Biblia, cuando el pueblo hebreo entró a la Tierra Prometida, Dios los colocó frente a dos montes: Gerizim (que representaba un camino de bendición) y Ebal (que representaba un camino de maldición). Entonces, el Altísimo dejó en claro que la elección es de cada persona.
- “He aquí, pongo hoy delante de vosotros bendición y maldición; la bendición, cuando hicieres los mandamientos del Señor tu Dios, que yo te ordeno hoy; pero la maldición, si no guardas los mandamientos del Señor tu Dios, y te apartas del camino que yo te mando hoy, para seguir dioses ajenos que no has conocido” (Deuteronomio 11:26-28).
- De esta manera, Dios te concede la oportunidad de elegir el camino de la bendición (sin importar cuál haya sido tu pasado). Él te está ofreciendo la oportunidad de cambiar tu camino.
- Recientemente, El Obispo Renato Cardoso estuvo en el monte Gerizim, acompañado de otros obispos, y dijo: “Estamos aquí, en pleno invierno, porque tenemos, como dice la Palabra de Dios, testimonio de que quien vive en la obediencia a la Palabra están bajo la bendición, representada por el Monte Gerizim. Esta montaña es lo que florece, lo que es verde, lo que está vivo. Pero no lejos de aquí, al norte, está el monte Ebal, que representa las maldiciones, que no tiene vida (como muchos que están bajo maldición). No es el caso de los que viven en la fe, en la obediencia a la Palabra de Dios. Pero tú, que has descubierto que tu vida es como el monte Ebal, no florece. Tal vez, has repetido la historia de tus antepasados. No puedes construir nada. No importa cuánto te esfuerces, el dinero no se detiene en tus manos. Cuando miras a tu familia, en el lado afectivo, prevalece la maldición, en la que nadie forma matrimonio, los hijos se dispersan, prevalece la enemistad. La maldición se caracteriza por la confusión de la mente, falta de dirección en la vida, deseo de morir. La persona no tiene paz. Día y noche, ella no tiene descanso. Es como dice en Deuteronomio 28. ¿Y por qué estamos aquí? Porque volveremos a este lugar, el próximo mes, para orar, para declarar el fin de la maldición sobre la vida de aquellos que están viviendo así. Y si eres esa persona (que no importa lo que hagas, la maldición te sigue), Dios promete quitarla, si te comprometes a obedecerlo”.
- Así que esté atento a las actualizaciones sobre el tema aquí en universal.org.uy Puedes participar en este período en la Catedral de la Fe o en la Universal más próxima ( consulta la dirección aquí ).
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