El año escolar es un período marcado por el calendario de pruebas, tareas y actividades que deben mantenerse al día. Independientemente de la edad, lo cierto es que quienes se mueven en el ámbito académico y universitario necesitan un respiro extra para afrontar todas las tareas.

A principios de año, muchos jóvenes están solicitando vacantes en la educación superior. 

Sin embargo, después de ingresar a una institución educativa, ¿cómo debe organizarse el estudiante para aprender más y no perder el tiempo? El hecho es que muchos no saben cómo estudiar y absorber nuevos conocimientos, lo que puede generar frustración e incluso abandonar los estudios.

¿Existe lo correcto y lo equivicado?
Contrariamente a lo que algunas personas piensan, no existe una fórmula mágica o receta de estudio infalible que se adapte a todos, aunque sí formas de potenciar el aprendizaje.

Para Folha Universal, el profesor de portugués, literatura, escritura y pedagogo de la Rede Daltro Educacional, Rómulo Bolívar, explica que hay varias formas de reforzar la absorción de contenidos. “Hay quienes aprenden mejor con música, con rotuladores de colores en las páginas o incluso hablando en voz alta el contenido más importante. Todos pueden encontrar su mejor estilo de aprendizaje. Sin embargo, independientemente de la forma de aprender, la mejor manera de memorizar es escribiendo y tomando notas, es decir, recreando el contenido aprendido con tus propias palabras. El error más común al aprender nuevos contenidos es tratar de memorizar fórmulas, reglas y fechas sin pensar en cómo aplicar esos conocimientos en la vida práctica”, dice Bolívar.

Cristhiane Amorim, pedagoga con posgrado en neurociencias de la educación y el desarrollo infantil, quien se desempeña como especialista en educación en la red Kumon, comparte una opinión similar: “lo importante es que el estudiante haga algunas correlaciones de lo que ya aprendió con lo que está aprendiendo para que tenga sentido para él. Cuando tiene sentido, podemos memorizarlo porque se vuelve significativo para nosotros. Entonces, no creo que memorizar sea la función principal del aprendizaje. Memorizar es importante, obviamente, e incluso puede ser una parte inicial del aprendizaje, pero para que esa memoria tenga sentido y sea permanente, es necesario que el estudiante haga conexiones y comprenda lo que está leyendo”.

ATENCIÓN GARANTIZADA
Otro error común que cometen los estudiantes es acumular contenido y estudiar todo a la vez en vísperas de exámenes. “Tiene que haber una rutina diaria de pequeñas píldoras de aprendizaje para que, junto a las evaluaciones, el estudiante haga un solo repaso, ya que la presión por aprender genera una ansiedad que puede hacer inviable el proceso de aprendizaje”, dice Cristhiane.

Añade que nada supera a la organización a la hora de estudiar, independientemente del método de estudio utilizado. “Es sumamente importante que el estudiante pueda alinear su rutina con el manejo del tiempo para dedicarse por completo a una actividad a la vez y así lograr las metas del día”. Ella aconseja que el estudiante tenga un espacio de estudio libre de demasiados estímulos visuales y siga un horario.

Estudiar disciplinas intercaladas, alternas durante el período de estudio, también es importante “para que el cuerpo y la cabeza puedan estar ligeros, descansados ​​y sin sobrecargas”, evalúa Cristhiane.PARA ESTUDIAR Y HACERLO BIEN

– Organízate. Elige una hora y un lugar fijos para mantener una rutina diaria de estudio. Evalúa en qué período del día absorbes más conocimientos.

– Hacer conexiones entre los contenidos estudiados y tu vida. ¿Aprendiste un nuevo cálculo? ¿Por qué no pensar en cómo te ayudaría a conocer mejor ciertas experiencias, como los viajes o los cambios de temperatura?

– Mantener un ambiente de estudio agradable y cumplir con las prioridades del día. Esto evita el desánimo y el posible desequilibrio.

– Intenta intercalar el tiempo de aprendizaje con otras actividades. Estudiar no tiene por qué ser sinónimo de estar todo el día con libros en las manos, ya que esto puede suponer una sobrecarga física y mental.

– Usa Internet a tu favor. Si bien puede parecer una distracción, el tiempo que pasa en línea puede ser beneficioso para un estudiante cuando busca información con curiosidad y el propósito correcto.

Fuentes: Rómulo Bolívar, profesor de portugués, literatura, escritura y pedagogo de la Rede Daltro Educacional; y Cristhiane Amorim, pedagoga con posgrado en neurociencia de la educación y el desarrollo infantil, que se desempeña como especialista en educación en la red Kumon