¡A nuestro alrededor! Sí, si dejamos de mirar solo nuestras necesidades y miramos con atención, veremos y encontraremos personas en nuestro vecindario, iglesia, reuniones y grupos que necesitan ser evangelizadas, cuidadas, fortalecidas y otras que pueden convertirse en discípulas.
Así como el Señor Jesús, que tuvo compasión de los que sufren, debemos mirar con ojos espirituales a nuestro alrededor para poder ver a las almas que necesitan ayuda.
«Y viendo las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban angustiadas y abatidas como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a Sus discípulos: La mies es mucha, pero los obreros pocos.» Mateo 9:36-37
Observe que hay 4 grupos de personas con diferentes necesidades:
1.° grupo: Son personas que necesitan escuchar sobre Jesús, que las evangelicen, que tengan una experiencia con el poder Divino, recibir la liberación espiritual y una respuesta urgente. Pero, para que esto suceda, los siervos de hoy deben estar dispuestos a poner en evidencia el poder que el Señor Jesús les dio y deshacer las obras del mal, tal como lo hizo con Sus discípulos:
«Entonces llamando a Sus doce discípulos, Jesús les dio poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.» Mateo 10:1
No deje de dar testimonio en la evangelización, los encuentros, la radio y la TV, siempre y cuando sea posible.
2.° grupo: Estas son personas que necesitan ver la presencia de Jesús en nosotros. Incluso ya participan de las reuniones, pero aún no se convirtieron, no nacieron de nuevo.
Por eso, deben ver quiénes somos fuera del Altar, no solo lo que decimos o enseñamos, sino que debemos ser un ejemplo espiritual, mostrando en nosotros lo que esas personas desean tener en sus propias vidas, para que puedan glorificar a Dios en la práctica.
«Así brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas acciones y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.» Mateo 5:16
3.° grupo: Son los que están en la iglesia, participan regularmente de las reuniones, pero aún necesitan aprender más sobre la fe inteligente, sobre cómo desarrollar su propia salvación y madurar en la fe.
Esas personas necesitan que las acompañen y que les enseñen con paciencia, para que aprendan a utilizar las armas de la fe y superen las aflicciones de la vida cristiana. Y, sobre todo, necesitan comprender la necesidad de recibir el tesoro más valioso, que es el Espíritu Santo, porque solo así podrán mantener la Salvación por encima de todo y de todos.
«Tened por sumo gozo, hermanos míos, el que os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia, y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada.» Santiago 1:2-4
4.° grupo: Son personas que necesitan tenerse en cuenta y son útiles en la obra de Dios. La obra de Dios necesita trabajadores, y el Espíritu Santo llama a esas personas para servir como discípulas, donde, como y cuando sea; ya sea como evangelista, miembro, misionero, pastor o esposa de pastor.
Si usted ya es un siervo que hace la obra de Dios, sepa que, así como el Señor Jesús hizo discípulos, nosotros también tenemos que multiplicarnos, hacer discípulos de personas que están dispuestas a dar su vida en favor de la obra de Dios para alcanzar más almas.
«Si alguno viene a Mí, y no aborrece a su padre y madre, a su mujer e hijos, a sus hermanos y hermanas, y aun hasta su propia vida, no puede ser Mi discípulo. El que no carga su cruz y viene en pos de Mí, no puede ser Mi discípulo.» Lucas 14:26-27
¡El Espíritu Santo quiere usarlo más durante este mes, más que el año pasado!
¡Dios está con usted y yo también! ¡Esfuércese y sea valiente!
¡Vamos!