“Señor, escucha mi oración; pon atención a mi súplica. ¡Respóndeme, pues tú eres justo y fiel!” (Saslmo 143.1)
Porque un día nos fue revelado la voluntad de Dios escritas en sus Leyes, suplicamos con intrepidez su Fidelidad y Justicia de sus Promesas para cada uno de nosotros.