Vivimos una época en la que se fomenta mucho la hiperexposición y los jóvenes, sobre todo, les gusta la visibilidad que dan las redes sociales. Por lo tanto, están atrapados en la necesidad de exponer su vida personal a cambio de likes, comentarios y visualizaciones.
Por qué es importante:
Para la escritora y columnista Núbia Siqueira, esta exposición acentuada es mala para la persona que quiere tener comunión con Dios. Porque para desarrollar una relación con el Altísimo e invertir en la vida espiritual, es necesario también apreciar la soledad y el anonimato.
- “La vida con Dios no es lo que se muestra a las personas o lo que se vive dentro de la iglesia, va más allá. Suelo decir que la vida en el secreto es lo que realmente nos sostiene. Es como un iceberg. Puedes ver la punta ahí, pero la mayor parte está bajo el agua, es esa parte que sostiene esa punta allá arriba. De la misma manera, la vida que llevamos en secreto con Dios es lo que realmente nos sustentará a lo largo de nuestra caminata, en está jornada”, destaca la escritora.
Qué dice Jesús al respecto:
- “Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas; porque les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres. De cierto os digo que ya han recibido su recompensa. Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y vuestro Padre, que ve en lo secreto, os recompensará públicamente. Mateo 6 : 5,6
Es decir, la oración hecha con el propósito de impresionar a la gente no tiene valor para Dios. De la misma manera las obras realizadas con el fin de mostrar a los hombres. Si la intención es ganar el reconocimiento de la gente, entonces no esperes ninguna recompensa de Dios.
La vida en el secreto es lo que nos sostiene:
- Núbia señala que muchas personas dicen que están viviendo una vida secreta, pero toman fotos leyendo la Biblia, orando, etc. Sin embargo, lo que es secreto que no muestras, es tu intimidad con Dios. Desde el momento en que necesitas exponerlo, ya estás demostrando que no lo hiciste por Dios, lo hiciste por los hombres. Cuando una persona lo hace por Dios, no tiene la necesidad de exponerlo en las redes sociales.
- La obra de Dios se hace tras bambalinas, lo que realmente sustenta la obra de Dios no es lo aparente. Ella cita como ejemplo el grupo de evangelización, que en su mayoría está formado por personas que están sentadas en medio de la gente, no están apareciendo, pero es ese grupo el que trabaja para traer gente nueva a la iglesia. Quien limpia la iglesia, quien lava el inodoro, probablemente no reciba el reconocimiento de nadie, es anónimo. Sin embargo, “creo que las obras realizadas en el anonimato son las que mayores recompensas tendrán en la eternidad”, señala.
La vida anónima de Jesús:
La escritors señala que Jesús vivió en el anonimato hasta los 30 años. Aunque era Hijo de Dios, vivió todo este período como una persona comun, pero siempre al servicio del Padre.
- “La gente no lo identificaba como el Hijo de Dios, era tan discreto en su forma de ser y de actuar que la gente no lo reconocía. Lo vieron como hijo de María y José, hermano de Santiago. Pero aquí estaba el hombre más importante que el mundo haya conocido”.
Conclusión:
Con base en el versículo anterior, la escritora concluye que cuando expones todo lo que haces esperando likes y comentarios, esas interacciones ya son tu recompensa, no esperes recibir nada más de parte de Dios. De la misma manera, cuando haces algo en la iglesia esperando recibir aprobación, alabanza del pastor, esa alabanza ya es tu recompensa.
Además, cuando una persona hace algo por un hombre, se cansa, se queja, se desmaya, pero cuando lo hace buscando hacer la voluntad de Dios, siempre hará lo mejor que pueda, porque sabe para quién lo hace. Por lo tanto, evalúe sus intenciones y reacciones diariamente.
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