¿USTED ESTÁ CONECTADO A LO QUE REALMENTE IMPORTA?

El exceso de tecnología y de informaciones puede distanciar familiares, generar ansiedad y debilitar la fe.

Aproximadamente, la mitad de la población mundial, pasa 6 horas por día frente a la pantalla de su celular. Claro que no siempre es de continuo, sino en pequeños lapsos de tiempo.
Estudios han comprobado que el uso de celulares e internet actúa de forma semejante a la dependencia química, y esto afecta su tiempo de interacción con otras personas, su calidad de vida, su relación familiar, emocional y espiritual.

Usted despierta con el celular, va al baño con él, mira la pantalla a cada minuto y no lo suelta ni durante el almuerzo. En los últimos años, el celular ganó lugar de destaque en la vida de las personas. Con este aparato, es posible hablar con familiares, marcar reuniones, hacer dieta, leer noticias, buscar empleo y obtener varias ventajas. El problema es que cada vez más personas no consiguen vivir sin el celular y pierden varias horas frente a él sin percibirlo.

Cuando la persona no puede usar el celular y entra en una ansiedad muy grande, queda a toda hora revisando las redes sociales o notificaciones y no consigue concentrarse en otras actividades, ya está caracterizada la dependencia. El miedo de quedar sin celular tiene nombre: Nomofobia.

El uso excesivo del celular puede perjudicar la comunicación entre las personas, promover el aislamiento, colocar la vida en riesgo y peleas familiares.
Muchos atraviesan la calle mirando el celular y no perciben lo que sucede a su alrededor. Otro aspecto, es que las personas se acomodan a la comunicación virtual y pierden oportunidades de contacto presencial. Personas dependientes del celular pueden aislarse de amigos, desarrollar ansiedad, y perder momentos importantes en familia, tener dificultades en el trabajo y problemas para dormir.

¿Cómo evitar?

– Determine horarios específicos para el uso del celular.
– Evite responder mensajes a todo momento.
– Deje el celular apagado en modo silencioso algunos momentos del día.
– Priorice el contacto presencial con amigos y familiares.
– No lleve su celular a la mesa o a la cama.
– Silencie los grupos de WhatsApp y salga de aquellos que ya no precisa estar.
– Deshabilite las notificaciones o el sonido de aplicaciones y redes sociales.
– Respete sus contactos, y sus horas de descanso. No los incentive a ser dependientes también.
– Si tiene niños en casa, sea ejemplo y evite pasar muchas horas con el celular.
– Separe un tiempo para conversar con sus hijos y enseñarles valores, además de crear una oportunidad para jugar con ellos.
– No de celular, computadoras o tablets a niños menores de 2 años.