“El contexto de las redes sociales como amplificador de idiotas y locos no era lo que queríamos”. Esta frase la dijo Eric Emerson Schmidt, presidente de Alphabet, antes llamada Google. Aunque no era el objetivo, todo indica que el resultado, lamentablemente, ha sido este…
No importa cuál sea el tema o la complejidad del tema, los estúpidos siempre están presentes –especialmente en Internet, pero no sólo allí– ofreciendo soluciones tan simples como inútiles, expresadas sistemáticamente en frases salpicadas de arrogancia y, por supuesto, ignorancia.
No faltan ejemplos, pero mencionaremos sólo dos para preservar la cordura mental de nuestros lectores : “¿Por qué el gobierno no comparte el mega premio de Nochevieja para los 220 millones de brasileños? Todo el mundo sería millonario al menos por un tiempo”. “El mundo tiene 8 mil millones de personas y Elon Musk tiene 200 mil millones de dólares. Puede aliviar el hambre en todo el mundo donando 25 mil dólares a cada uno. ¿Pero desde cuándo los millonarios se preocupan por los pobres?”
El reparto de la fortuna de Musk, el único mérito de la solución “genial” fue el intento (aunque desafortunado) de realizar una operación matemática.
Lo que quizás explica el fenómeno que hace que los ignorantes se crean verdaderos genios, cuya sabiduría puede salvar al mundo del hambre y la pobreza, es la sofomanía. Los sofómanos son personas estúpidas (en el sentido de ignorantes), pero que están seguros de que son sumamente inteligentes.
Son personas que ni siquiera consideran la posibilidad de equivocarse, no aceptan opiniones contrarias y califican a cualquiera que piensa diferente de ingenuo, estúpido o, en definitiva, pobrecito.
Tengo la impresión de que todos conocemos gente así, por lo que no es tonto pensar que quizás estemos en medio de una epidemia (quizás una pandemia) de sofomanía. De lo que todavía no tenemos la menor idea es de cómo será el futuro de las sociedades donde el número de sofómanos parece crecer cada día.
Nelson Rodrigues dijo una vez: “Los idiotas se apoderarán del mundo; no por capacidad, sino por cantidad. Son muchos.»
* Por Patricia Lages, periodista y escritora
https://www.universal.org/noticias/post/estariamos-vivendo-uma-epidemia-de-sofomania/