DAR que es el secreto de todo, y vamos a meditar sobre estos versículos en los que Jesús fue invitado por un fariseo para comer con él. Es muy interesante que, cuando leemos la Biblia y meditamos, no solo leamos y comprendamos, sino que leamos comprendamos y practiquemos.
Estos mensajes hacen que no culpemos a los demás por nuestros éxitos o fracasos, que solo dependen de nosotros.
La Biblia está llena de mensajes sobre el DAR, y este que vamos a leer es uno de ellos:
“Uno de los fariseos Le pedía que comiera con él; y entrando en la casa del fariseo, Se sentó a la mesa. Y he aquí, había en la ciudad una mujer que era pecadora, y cuando se enteró de que Jesús estaba sentado a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; y poniéndose detrás de Él a Sus pies, llorando, comenzó a regar Sus pies con lágrimas y los secaba con los cabellos de su cabeza, besaba Sus pies y los ungía con el perfume”. Lucas 7:36-38
Esta mujer, que era pecadora, se enteró y, sin ser invitada, entró y se puso a los pies de Jesús, derramó lágrimas y las enjugó con sus cabellos.
“Pero al ver esto el fariseo que Le había invitado, dijo para sí: Si este fuera un profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que Le está tocando, que es una pecadora”.
Lucas 7:39
Observe bien, “dijo para sí…”, pensó, no se lo dijo a los demás sino a sí mismo. Solo que el Señor Jesús conoce los pensamientos, no hace falta que lo digamos, que hablemos, Él sabe todo lo que pasa por la mente de las personas. Que esto sirva para los que creen que nadie va a saber lo que piensan, Dios es omnipresente, omnisciente y omnipotente y sabe lo que pensamos.
Ese hombre había invitado al Señor Jesús para criticarlo y pensaba para sí que Él no era profeta.
Nosotros podemos engañarnos los unos a los otros, pero no a Dios, Él sabe antes de que hablemos lo que vamos a decir.
“Y respondiendo Jesús, le dijo: Simón, tengo algo que decirte: Y él dijo: Di, Maestro…” Lucas 7:40
Vea la hipocresía, él criticaba a Jesús en el pensamiento y con sus palabras Le llamaba Maestro. Hay muchos que no son sinceros y piensan que pueden engañar a Dios. Las personas que tienen dos caras no avanzan en la vida y después culpan a los demás e incluso a Dios por sus fracasos.
“Cierto prestamista tenía dos deudores; uno le debía quinientos denarios y el otro cincuenta; y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó generosamente a los dos. ¿Cuál de ellos, entonces, le amará más? Simón respondió, y dijo: Supongo que aquel a quien le perdonó más. Y Jesús le dijo: Has juzgado correctamente. Y volviéndose hacia la mujer, le dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Yo entré a tu casa y no Me diste agua para los pies, pero ella ha regado Mis pies con sus lágrimas y los ha secado con sus cabellos. No Me diste beso, pero ella, desde que entré, no ha cesado de besar Mis pies. No ungiste Mi cabeza con aceite, pero ella ungió Mis pies con perfume. Por lo cual te digo que sus pecados, que son muchos, han sido perdonados, porque amó mucho; pero a quien poco se le perdona, poco ama. Y a ella le dijo: Tus pecados han sido perdonados”. Lucas 7:40-48
Otra vez vemos la palabra DAR, “no Me diste agua, no Me diste beso, no Me ungiste…”
Pero ella Le dio mucho, todo lo que el fariseo no Le dio la mujer se Lo dio.
Otra vez vemos que quien mucho da, mucho recibe. Ella dio lágrimas, besos en los pies de Jesús… y el fariseo Lo juzgaba y no Le daba nada, y pensaba, sin decirlo, que Jesús no era profeta.
Hay mucha gente que es falsa, sea sincero delante de Dios, a Él nadie Lo creó, ¡Él lo sabe todo! Por eso, cuando Él ve sinceridad en la persona como en esta mujer, le cambia la vida, ¿y cuál es el secreto? DAR.
DAR hizo que esta mujer fuese perdonada.
Practique DAR. A quien poco se le perdona poco ama.
Hay personas que no quieren dar y tampoco reciben, y solo les queda criticar a los demás. Deje de criticar y practique dar. El Maestro nos enseña cómo debemos ser y hacer.
Piense en eso.
Dios le bendiga.
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